¿Cómo nace una nómade?

¿Cómo nace una nómade?

Me fui de Buenos Aires.
Ahí ven la foto de mi final de 2018.
En la vereda, ellos: mi consultorio, mi cuarto, mi living y una parte de mi cocina.
Preparados para vivir en otras casas, dejé una sola cosa clara: “que queden en uso”. Nada de sótanos y oscuridad para ellos.

Un “QUÉ?” gigante era la antesala de este capítulo en blanco que arrancaba para mi.

Felicidad, expectativa, sueño por realizar, novedad absoluta.
El corazón partido por dejar a Mummu, mi gatito negro brujo precioso.
La incertidumbre con confianza de dejar un consultorio fisico por uno virtual.
Un año de preparación psíquica en terapia para irme y cero año de preparación organizativa material y concreta para irme. Mi Carta Natal no nació con experiencia en el elemento tierra.
Tres meses de portugués.
Despedidas y fiestas en mi terraza mega increíble de la calle Carranza.
Pilcha de verano en la valija.
Compu, celu y ellos, mis compañeros de vida: mazos de Tarot, Oráculos, Piedras, Astro dados y Runas.
Con todo eso y mi espíritu arrancaba mi viaje rumbo a Brasil.

El despertar oficial de mi Bruja, fue a los 26 años.
Tarot, Quirología, Astrología, Reiki, por supuesto la arrasadora crisis brujeril que todas tenemos, (En mi caso en el Retorno de Saturno) y Psicodrama y Bioenergética, formaciones que me salvaron el psiquismo y me pusieron en la tierra.

En 2018 llevaba 6 años de trabajo brujeril super armado, y hacía mis hechizos medicina en medio de rutinas uranianas en casa.
Y la verdad es que todo sucedía en mi casa.
Trabajo, yoga, fiestas, reuniones, clases, consultorio, cocina, descanso, relaciones, expansión, disfrute, agotamiento, crecimiento, ama de casa, etc.
Amaba mi vida de Venus en casa 4 (área del hogar). Todo muy cómodamente cerca.
Y tenía todo. (bué, una forma de decir)
Pero necesitaba un cambio.
Sentía que ya le había sacado el jugo a todo. Pues escorpiana.
Estaba cansada de mi relación con el trabajo, el sistema capitalista, la rutina.
Y la ciudad…ay, no me cerraba más.
El alma me pedía un salto a algo que ni sabía bien qué.

Y ahí, al terminar el contrato de alquiler de mi vida Palermitana, sintiendo en mi la culminación de un montón de logros, y antes de cumplir los 33 (el renacimiento crístico astrológico), me fui.

Tomé la decisión más jugada de mi vida.
Siempre me había dado terror viajar, irme del país, enfrentarme al “fuera de casa”.
El terror era a “volverme loca”.
Y ¿qué hizo ella?
Simplemente lo hizo.

Me fui confiando plenamente en la vida.
Confiaba en un agujero negro.
Lo digo en serio.
No veía nada de lo que podía ser, solo lo que yo “inocentemente” podía imaginar.
Nada.
No tenía ni idea. NI IDEA de todo lo que me esperaba.

Viajar de esta forma es ALUCINANTEMENTE HERMOSO.
Pero
qué sabía yo, en la vida misma, bajo la tutela Uraniana, del giro que iban a dar todos ellos, emancipados de lo común y corriente,
sus tonos y formas nuevas,
sus mensajes y escenarios exóticos y atrevidos
sus nuevos rostros
sus desconocidas e incipientes nuevas vibraciones
y de su conspiración para mi
nomadismo

Qué sabía yo de

La Saturneada que me esperaba. (Saturno: desafíos para crecer)
El monopolio Uraniano ya nombrado (
Urano: incertidumbre, imprevisto y aventura)
La Venus pidiendo de comer y firmándome libro de quejas por las promesas incumplidas (
Venus: disfrute, placer, enraizamiento)
El Mercurio exigido y abatatado con el idioma mas en movimiento interno constante (
Mercurio: comunicación, palabra)
El Marte adrenalínico siempre y llevando pa delante la confrontación con todo (
Marte: acción, decisión, autoafirmación)
El Júpiter felíz pero tirando reclamo de abundancia “che tenés una cuenta pendiente conmigo” (
Júpiter: expansión y abundancia)
El Neptuno sin hacerse cargo de haberme dicho cosas que no sucedieron como las imaginé, pero inspirándome profundamente a seguir soñando (
Neptuno: espiritualidad, inspiración, fantasía)
Plutón motivadísimo con la peli que veía (
Plutón: Sombra y transformación)
Lilith poderosa en mi sombra, llevándome a elegir situaciones en las que ella pudiera liberarse y ser (
Lilith: aspecto salvaje, instintivo)
Quirón sintiendo que no iba a poder con las heridas, mas al final pudiendo con todo de forma maestra inexplicable (
Quirón: la herida sanadora)
Y los Nodos indicando constantemente lo que saben hacer, el destino de mi alma. (
Nodo norte: dharma, nodo sur: karma)

Todos ellos me contaron de sus nuevas facetas
Se quitaron sus viejas pieles para mostrarme otra cosa
Me acompañaron a saltar.

El Sol me dio otra consciencia, el Ascendente otro destino y la Luna otro sentir.

Pero lo hicieron interpelándome
Insistiendo en el aprendizaje
Confrontándome conmigo misma
Obligándome a reinventarme

Todos ellos siguen conmigo, haciendo un tremendo viaje.
Y ahora están aca.
En mi, escribiendo mi historia. Viendo tu rostro del otro lado de la pantalla.
Viviendo, aprendiendo, expandiendo, recalculando, revisando, afrontando, llorando, enraizando, creciendo mucho, disfrutando y amando.
Abrazando esta historia.
Que sigue.
Y ahí sigue, eh?
Nos vemos en el que sigue.
Ellos seguirán contando.
Porque son ellos
los que guían
los planetagonistas.

Le invitamos a viajar y aprender
resonando.

Saque su pasaje por aquí! ♥[/vc_column_text][fildisi_empty_space][vc_column_text]

Compartilo!

Yesica

Mi nombre es Yesi y abrazo tu presencia en este espacio. Sé lo que estás buscando, yo también lo busqué un día. Hoy hace 10 años me dedico a acompañar a mujeres a recuperar lo más genuino de sí mismas, aquello que vivió bajo opresión durante mucho tiempo. Si estás acá, es porque tu alma te trajo a reconectar con tu Venus, tu propia naturaleza, en libertad y autonomía.