CLAVE 1. NOMBRAR EL DESEO DEL ALMA

Porque sin nombrarlo, no hay nada que crear.

Cuando nombrás lo que deseás, tu identidad venusina se expande y empezás a moverte de lugar.

Reconocer que tenés un deseo fuerte, inspirador y evolutivo en tu presente es un portal de ida.
Porque una vez que lo hacés, nunca más te vas a olvidar de que ese deseo es tuyo, y vino con vos para ser vivido y disfrutado.

¿Cuál es el gran problema de muchas mujeres?

No saben diferenciar un mandato de un deseo del alma.

“Pero si yo ya realicé un montón de cosas que quería en la vida…”
Sí… pero, ¿eran deseos puros tuyos?

¿Provenían de tu abundancia, belleza, recursos internos? ¿O de lo que “había que hacer”?

✧ Nombrar un deseo auténtico implica actualizar tu vida y ponerla a la altura de ese deseo.

Y eso da miedo.

Miedo a perder lo construido, vínculos, trabajo, roles que te dieron una sensación de seguridad.

El deseo del alma de Venus es auténtico, original y propio.

Cuando aparece, marca un nuevo inicio.

No se puede controlar.

No se va.

Es tu siguiente paso evolutivo.

Por eso, se trata de nombrarlo con las palabras exactas, reconociendo todo lo que tu Venus quiere expresar a través de ese deseo.

 CLAVE 2. VALIDARLO

Una vez nombrado tu deseo del alma de Venus, el siguiente paso es VALIDARLO.

Validar no es solo conocerlo, sino decirle que sí.

Es aprender a considerarlo:

válido posible real identitario

¿Cómo se da este paso de forma enraizada y real?

Rescatando tu deseo de las voces patriarcales que lo invalidaron.

Y reconociéndolo con una mirada nueva: la tuya.

Porque cuando una mujer nombra su deseo y no puede validarlo, muchas veces es porque a ese deseo están asociadas voces antiguas, limitantes, que no le pertenecen.

Voces que, en la historia del clan o del sistema, juzgaron, reprimieron y silenciaron este tipo de deseo.

Detrás de cada deseo censurado, hay:

– Una historia dolorosa

– Pero también una historia nueva que está esperando nacer

Validar es crear una mirada interna que lo abrace, lo legitime y lo reconozca como parte de tu propósito único y de tu identidad venusina.

3. TENER UN PLAN CONCRETO, DISFRUTABLE Y CÍCLICO PARA REALIZARLO

Es decir: SUSTENTABLE. (amo esta palabra)

Primero, porque sin enraizar tu deseo en un plan que lo sostenga, podés perderte en la fantasía, el miedo o la postergación.

Sin raíces… nada florece.

Pero además, el plan tiene que ser sostenible y disfrutable.

Porque tu Venus no es la meta.

Es el camino hacia la meta.

Muchas mujeres caen en dos trampas:

1. Buscar sus sueños desde el esfuerzo, la culpa o la restricción.
2. Querer concretarlos pidiendo fórmulas mágicas, desde la dependencia emocional o espiritual.

En ambos casos, se alejan de su Venus y de su autonomía real.

Porque si el camino no incluye placer, identidad, deseo y goce… ¿cómo vas a disfrutar la manifestación cuando llegue?

Tu plan sostenible se crea en base a tu propio ritmo orgánico, tus necesidades y deseos cotidianos y tu ciclicidad. Y toda esta información preciosa está en tu Luna y Venus natales.

Mirá el caso de Marian

¿Querés ver un ejemplo muy concreto?

Te presento a Marian, una Venus en Tauro en casa 9 con un deseo muy claro:

viajar y trabajar en un proyecto propio, con libertad.

Pero no podía organizarse ni permitirse esa vida.

Juntas armamos un plan por etapas:

✧ Primero su viaje

✧ Después su proyecto (en mi otro programa Negocios Venusinos)

Trabajamos especialmente el respetarse sus tiempos para materializar con disfrute y verdadera expansión. Ella venía con su luna en Acuario, electrica, queriendo ir más rápido de lo que realmente precisaba. De hecho, planteó su viaje a los 6 meses de empezado el programa, pero su ritmo orgánico en verdad le pidió, más tiempo de lo que pensaba y no todo tan rápido.

Surgieron situaciones con su padre y su salud.

Y todo fue tan perfecto que cada imprevisto fue parte del proceso para hacerle integrar esto.

Un año más tarde, con su autoconfianza y enraizamiento trabajado en Libera a tu Venus, lo logró.

(Acá va el testimonio)